En Venezuela en los últimos años se han venido dando muchísimos cambios que han marcado pauta en la historia tanto de Venezuela como del mundo entero, ya que se ha comenzado una verdadera revolución económica en el país cambiando todos los paradigmas que esta tierra tenia, conforme a los aspectos económicos y sociales que aquí se manejaban. Las consecuencias han sido múltiples y la educación no ha sido la excepción. La idea original de esta revolución es la de formar nuevos hombres y mujeres basados en los principios fundamentales del socialismo. Un nuevo ciudadano es la meta que se propone la educación venezolana, un ciudadano que tenga participación activa en lo que respecta a las decisiones colectivas, pretende formar ciudadanos reflexivos, críticos, creativos, autogestionadores de su propio conocimiento, que adquieran habilidades y competencias que vayan en pro del desarrollo del país, para el logro del bienestar social, constituyéndose como una política social incluyente que dio inicio a un cambio de paradigma en el sistema educativo venezolano, proporcionando una experiencia positiva para la política gubernamental y asimismo para la población beneficiadas.
Se entiende que la educación es un derecho humano primordial y un deber social innato a todo sistema de gobierno, el Gobierno Nacional actual desarrolla un proceso de transformación incluyente que garantiza el acceso a la educación con calidad para todos, en atención especialmente a los sectores más vulnerables. Esto claro es un proyecto que se ha venido desarrollando poco a poco en los últimos años. Es por ello que nacen las llamadas “Misiones Educativas”, las cuales en una primera instancia nacen para contra restar la gran demanda educativa que poseía el país, nacen como una estrategia para consolidar ese proceso de transformación social, que permitiera el acceso en términos de legitimidad y de justicia social a los venezolanos y venezolanas históricamente excluidos del sistema de formación. Pero viéndolo desde un ángulo mas agudo vemos que no es así, las mismas han tomado un rumbo netamente político y que su verdadera esencia, que es la de prestar educación de calidad, se ve en un segundo plano.
Reconozco que el sistema el cual están constituidas las misiones educativas están muy bien planeados y diseñados, ya que son modelos bien estudiados importados de otros sistemas educativos como lo es el sistema educativo del país vecino Cuba y que un país como Venezuela necesitaba reformar su sistema educativo para estar a la par con los grandes cambios mundiales, pero ¿como es que un modelo tan bien diseñado y elaborado llegar a desviarse de su propósito inicial?
Era claro que un sistema como este necesitaba algo que lo motivara, que refutara la apatía en que se encontraba sumida la población venezolana y lograra despertar en ella el deseo de participar en el proceso educativo mediante las misiones. Las llamadas “Becas” fueron de gran ayuda no solo para aquel que estuviese cursando estudios en las misiones sino que tanbien como las misiones se encargaban de proporcionar estudios a las clases bajas de la población, estoy ayudaba a sustentar la economía de los venezolanos. Esto trajo como consecuencia las innumerables polémicas en los medios de comunicación social, ya que los sectores oposicionistas del estado venezolano lo consideraron y lo siguen considerando una compra de conciencias y una fuga en la economía del país, ya que los fondos para financiar estas misiones y becas bolivarianas, se extraían de los fondos del petróleo.
Pero las misiones necesitaban algo más que un incentivo, las mismas se han venido desarrollando de mala manera en los lugares menos indicados. Si de algo se caracterizan las grandes instituciones educativas del pasado o de la cuarta republica; como la suelen llamar los partidarios del actual gobierno, es de sus edificaciones propias y de su organización a nivel administrativo. Un ejemplo claro de ello son las misiones Robinson y Ribas, las cuales se llevan a cabo (en su gran mayoría) en las instituciones escolares ya existentes en el turno de la noche, esto trae, claro esta, consecuencias de otra índole, pero lo que en realidad quiero que se entienda es que estas misiones deben gozar de espacios propios no solo para que se vea la calidad del sistema educativo sino para que sean libres de organizar todas aquellas actividades que puedan ayudar a desarrollar aun mas las misiones.
En verdad no critico las misiones, critico la forma tan desorganizada con la cual se han venido desarrollando las mismas. Las coordinaciones de los municipios o de las universidades como tal, funcionan en casas o salas de apartamentos ofreciendo una pésima calidad de servicio y sin mencionar en las personas que prestan servicio en las mismas. Pienso que de verdad todos aquellos que presten servicio en las misiones deben y tienen que ser personas preparadas, personas que miren desde cualquier ámbito, desde cualquier ángulo las bases en las cuales están sentadas las misiones educativas, que tenga una visión imparcial y que estén preparados académicamente para así darle carácter institucional a dichas misiones.
La calidad nunca se debe confundir con la cantidad, pienso que si de verdad se quiere que el país logre un estatus de educación efectiva se debe pensar bien lo que en realidad se quiere y analizar los pro y contra a los cuales se enfrentan llevar a cabo las misiones educativas y aprovechar al máximo toda la potencialidad que tienen las bases de dichas misiones.
Realizado por: Beglys Sánchez. C.I.: V-17.882.177.
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